14 de abril de 2019
Hola.
No me he atrevido a escribir en varios meses.
Irónico es que la soledad sea la única compañía que tenga en este momento. Es un proceso que me he reservado sólo para las páginas de este diario. El hecho de que mientras escriba escuche mi voz internamente, me permite dar cuenta de muchas cosas que quizá a través de la conversación no pueda conjurar.
No puedo pensar más que en mi madre y cómo los pensamientos que giran alrededor de su muerte me van atrapando en un dédalo que al final no sé si tendrá alguna salida. Me voy acercando poco a poco a un lugar que no guarda rencor, que no comprende el silencio y que mientras más me voy adentrando, mayor es la confusión que presiento.
La única cosa que compartía con los demás, y aquella que ahora mismo… estoy perdiendo.
Creo que seguiré escribiendo;
Manuel.
