Así como la urna es insuficiente para contener todo lo que hay detrás del voto, el aula, entendida simplemente como cuatro paredes en una institución educativa, no cubre plenamente su propósito: dar elementos para formar una visión del mundo. Es necesario que el aula sea más que aula, que se diluyan sus límites hacia la calle, hacia los parques, hacia los espacios familiares. Que esté allá donde también suceden las conversaciones importantes.