Una reforma tributaria modifica el monto de impuestos que pagamos los ciudadanos y personas jurídicas al Estado. Puede simplificar o complejizar la tributación. Puede aumentar o disminuir la cantidad total de impuestos de cierta población. Puede hacer exenciones o definir beneficios para quienes paguen a tiempo. Con frecuencia, el objetivo es cubrir nuevos gastos o corregir problemas de equidad. Las reformas tributarias deben ser propuestas por el Gobierno, pero discutidas y aprobadas en el Congreso.