Se parece al partido político en varios sentidos: es una asociación libre de ciudadanos con ideas afines y puede intentar llegar a cargos de elección popular. Pero su principal objetivo es influir en la voluntad política. Un movimiento político dice: “Necesitamos convencer a los demás de que las cosas deberían ser así”. No es una institución que busque permanecer a largo plazo, como los partidos.