Derechos fundamentales

La clave de los derechos fundamentales está en tres palabras: “No importa qué”. Son algo a lo que tienes derecho no importa tu edad, condición social, color de piel, sexo, religión, posición política… “No importa qué”. Tienes derecho, por ejemplo, a la vida, a la igualdad ante la ley, a la libertad de pensamiento. Los derechos fundamentales se derivan directamente de la idea de dignidad humana y deben ser protegidos por el Estado. Aparecieron por primera vez en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y fueron recogidos luego, en nuestro país, en la Constitución de 1991.