La madera en El Retiro, un arte y una tradición heredada

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Por Elisa Rivas Quevedo

Desde los inicios de la humanidad, la carpintería, o el oficio de transformar el mundo a partir de la madera, ha sido una técnica utilizada para el desarrollo de las sociedades y transmitida dentro de las familias conforme con el paso del tiempo. El Retiro, un municipio del Oriente antioqueño cercano a Medellín, cuenta con una tradición alrededor de una materia prima como la madera que en manos de carpinteros y ebanistas se vuelve arte y objetos.

Algunos señalan una fecha cercana a los comienzos del siglo XX, mientras que otros la ubican más hacia la mitad del mismo siglo (por los albores de 1940). El hecho es que en El Retiro, municipio ubicado en el Oriente antioqueño, se vive una tradición generacional alrededor de vivir del arte de la madera. En la actualidad, y aunque los procesos involucran mucha más tecnología que antes, existen familias que transfieren sus conocimientos sobre cómo trabajar este recurso, lo que permite que se mantenga viva la costumbre de subsistir gracias a la carpintería y a la ebanistería. 

Camino a El Retiro (municipio que contó con minas de cuarzo, de ahí el apelativo de guarceños de los nacidos allí) se recorren 32 kilómetros desde Medellín, trayecto en el que se pueden encontrar, desde mucho antes de entrar al casco urbano, espacios dedicados a este oficio. En esta localidad, en la que se cuenta con cerca de 90 carpinterías y ebanisterías, unas 1500 personas viven de toda la cadena productiva que involucra a la madera. Sí, por las estrechas calles del municipio pueden encontrarse los sitios de exhibición con los diferentes artesanos en plena labor, así como la materia prima en su estado natural, es decir, los troncos (de diferentes árboles) que no han sido tallados ni manipulados.

Los carpinteros y los artesanos abren sus talleres a eso de las siete de la mañana y, desde ese momento, el olor de cada uno de los trozos de madera que se encuentran transformándose en piezas que luego servirán para diversas tareas, invade una buena parte del municipio. Realmente, este olor a madera fresca nunca se ha ido, pues desde que los primeros artesanos comenzaron sus labores, la transmisión de conocimientos y habilidades ha pasado de una generación a otra, por lo que se ha logrado preservar este arte y mantener viva la tradición. 

La madera es un recurso natural muy importante en Colombia, ya que se utiliza para una amplia variedad de propósitos, desde la construcción de viviendas y edificios hasta la fabricación de muebles y productos de cartón. Existen varios programas de protección para la madera, destinados a asegurar su explotación sostenible y evitar la tala ilegal. Entre ellos, se encuentra el Programa Nacional de Control de la Madera (PNMC), que tiene como objetivo garantizar que la madera comercializada en el país sea de origen legal y provenga de bosques manejados de forma sostenible. En El Retiro, este recurso es una gran fuente de empleo para la población local y contribuye significativamente a la economía de la región en general. 

Historias hechas en madera

Humberto Valencia es un hombre que lleva trabajando casi toda su vida con la madera, pues desde que era muy pequeño su familia le enseñó que “la madera es lo más hermoso que hay” y, mientras que se fue acercando a este mundo, se dio cuenta que quería dedicar su vida a trabajar con este preciado recurso. 

En un principio, Humberto se encargaba de traer la madera de los bosques. Es decir, cortaba los árboles y los distribuía a diferentes carpinterías. Haciendo precisamente este trabajo de talar árboles para sacar la madera, tuvo un accidente y perdió su pierna izquierda. A causa de esto, decidió dedicarse de tiempo completo a la tienda y empezar a hacer objetos con madera. Han pasado, entonces, algunos años en los que Humberto ha creado diferentes piezas, por lo que asegura que “trabajar con la madera es un arte porque significa coger un árbol en su estado natural, cortarlo, pulirlo y convertirlo en algo totalmente único y funcional como una mesa, una silla o hasta un crucifijo”. 

De sus antepasados, Humberto ha aprendido varias cosas que, hoy en día, le ayudan a hacer un correcto trabajo y a que los objetos construidos realmente sean de buena calidad: “hay que buscar la fecha adecuada para tumbar los árboles”, dice. Explica que en luna menguante es el momento en el que realmente se deben talar, porque si este procedimiento se realiza en luna creciente, estos estarán llenos de líquido y tardarán más tiempo en secarse. “¿Usted quiere conseguir una madera que le dure el resto de la vida? Tiene que ser cortada en luna menguante para que el árbol deje ir la savia que tiene por dentro, se seque correctamente y nunca se le raje”. 

También se refiere a la madera inmunizada. Los árboles de los que se saca este tipo de madera son cortados todos los días y los troncos que se utilizan, justamente en luna creciente, se pueden rajar más fácilmente, por lo que este tipo de madera, generalmente, se verá y va a estar rajada. Sus antepasados también le enseñaron que, después de que un árbol es talado, se debe dejar el tronco 15 días en el mismo lugar en donde se taló para que este pueda secarse correctamente.

Es importante destacar que todos los carpinteros deben ser conscientes de la procedencia del árbol a la hora de ser entregado a los talleres, teniendo en cuanta que la explotación descontrolada de la madera puede tener un impacto negativo en el medio ambiente y en las comunidades que dependen de los recursos naturales. Por esta razón, es necesario implementar prácticas de manejo forestal sostenible y de conservación para asegurar que la industria maderera sea sostenible a largo plazo. En El Retiro, “únicamente se utiliza la madera que viene de los árboles reforestados para cuidar lo que es nativo”, aclara Humberto. 

¿Cómo es el paso a paso de la elaboración de la madera?

El proceso correcto para hacer una pieza de madera consta de seis pasos. Humberto dice que él se demora “más o menos cuatro días haciendo todo este proceso de principio a fin”. 

En primer lugar, se corta el tronco (que generalmente viene entero) con la motosierra. Cuando se tenga el tamaño de madera deseado, se le debe echar un veneno y dejarlo actuar durante 24 horas para que no haya riesgos de plagas como, por ejemplo, los animales que se alimentan de ella. En tercer lugar, el trozo se pasa por una pulidora para que la superficie quede lisa y no haya riesgos de enterrarse una astilla. En el momento en que se tiene la madera pulida, se le aplica un sellador durante 12 horas. Por último, se le pone una o dos capas de laca para que el producto quede totalmente sellado y terminado. 

Una historia similar es la de Gladys Rincón. Ella es la madre de Silverio Villegas y esposa de Germán Villegas. Esta familia tiene su carpintería al borde de la vía que conduce a El Retiro. La tienda y el taller se pueden encontrar en la parte posterior de dos casas que en realidad están unidas y han sido heredadas por el abuelo de Silverio. Él tiene la intención de seguir con esta tradición y pasarla de generación en generación. “Dejar la carpintería a mis nietos, así como la dejó mi abuelo, es mi mayor sueño”, expresa Silverio. En este taller, Germán y su hijo son los encargados de tallar, cortar, pulir y pegar la madera para crear una pieza. Gladys se encarga de pintar y aplicar la laca a estas mismas piezas. 

Esta carpintería, así como la mayoría de las que se encuentran en El Retiro, reciben su madera proveniente de La Pintada (Suroeste antioqueño) y, con la que más trabajan, es llamada piñón de oreja. “Siempre pedimos este tipo de madera porque es la que más resiste al agua y al sol”, explican en esta familia. En otras familias se encontró que preferían trabajar con el pino ciprés. Este árbol tiene un proceso de reforestación más acelerado, lo cual hace que la disponibilidad del insumo para la carpintería sea mayor y genere menor impacto al medio ambiente. 

A las familias de El Retiro se les nota que el conocimiento que tienen sobre la madera y de cómo trabajarla es profundo. Los años de experiencia lo demuestran al momento de hablar con fluidez y confianza sobre los diferentes aspectos que hay que tener en cuenta al momento de manipular este recurso. Algunos inspiran nostalgia al contemplar la posibilidad de que el manejo artesanal de la madera se pierda con la llegada de nuevas tecnologías y procesos de industrialización a esta área de la economía local. 

Tallar madera y darles vida a muebles es más que una actividad económica para los habitantes del municipio de El Retiro. Es un arte y una pasión heredada. La realidad es que en varias familias la costumbre se ha perdido debido a la masiva urbanización que ha sufrido el municipio. Sin embargo, siguen siendo muchas las familias que conservan este arte y pretenden que se siga pasando a lo largo del tiempo a sus nuevas generaciones, tal como inició el siglo pasado. 

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