Para generar un diálogo en torno al acoso, primero definamos qué es y para eso nos apoyaremos en la Corte Suprema de Justicia de Colombia, que lo define como: “Un acto verbal o físico que implica acciones, tocamientos, señas o conductas de naturaleza sexual y que no constituyen un delito más grave”. Se trata, además, de "conductas no consentidas que buscan un favor sexual en beneficio propio o de un tercero”.
El acoso da entre uno y tres años de cárcel, para que esto pase debe ser reiterativo y causar mortificación en la víctima. Se diferencia de otro acto que es la Injuria por vías de hecho ¿Qué es eso tan raro? Simplemente son esos tocamientos o rozamientos (ocasionales) en los vehículos de transporte público debido a las multitudes.
A nivel de país, esa es la ley, el acoso sexual es un delito desde el año 2008. A pesar de que la ley 1010 de 2006, que ya era vigente, dictaba que si se presenta violencia en entidades públicas o privadas debía ser atendida y el acoso sexual hace parte de la violencia sexual.
preguntas frecuentes
¿Qué está haciendo Medellín?
Vamos a ser un poco más específicos, hablemos a nivel de ciudad. En Medellín, se han impulsado una serie de estudios, exploratorios y encuestas cuyos resultados dejan mucho que pensar.
Vamos a ver un poco acerca de cuáles son esas cifras:
En el centro de Medellín según un artículo de El Tiempo, el 99,9% de las mujeres se ha sentido acosada sexualmente en la comuna de La Candelaria.
El Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (INMLCF) producen información relevante sobre el estado de la violencia sexual y de género, el acoso sexual entra en dichas categorías. Gracias a los sondeos FORENSIS y MASATUGÓ, es posible enunciar que el 2017 fue un año que se coronó (hasta que el estudio se actualice) en el top de número de casos de delitos sexuales con 23.798 (cabe aclarar que esta cifra es de delitos sexuales en general, donde el abuso también tiene cabida).
En el 89% de los casos las víctimas fueron las mujeres. Bogotá encabezaba la lista con 4.147casos, seguida de Medellín con 1.371.
El informe del 2019 de la Personería de Medellín (Informe de Derechos humanos) remata la estadística con la cifra de que en ese año bajo la categoría de “Violencia física, psicológica y sexual” se cobijaron 1.618 casos.
Un ejemplo de las iniciativas, es la implementada por la Secretaría de la Mujer, de la mano con Ruta N y el INDER, donde adelantaron un plan de mejora de la percepción de la seguridad en el espacio público (primeramente en canchas foco de acoso y abuso) que consistía en performance ubicados en los lugares donde más se presentara el acoso sexual.
Es importante atender la percepción de seguridad en los espacios públicos y así educar a las comunidades cercanas a estos espacios en temas de acoso y violencia sexual. Medellín en su reporte epidemiológico ventila las cifras de violencia en general y específicas. Esto puede ser un punto de partida para que se desarrollen iniciativas numerosas y, esperamos, exitosas para cambiar el panorama antes descritas.
La invitación es a no tomarse a la ligera el tema del acoso y a que nos eduquemos juntos, ya que tenemos una primera visión de cómo está la situación, unámonos, difundamos y ayudemos. Aunque no lo parezca, no solo es la víctima quien necesita ayuda sino también el victimario, para re pensarnos como personas y como sociedad.