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MUJERES EN EL SIGLO XX
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¿Cómo nos veían a las mujeres?
Desde los inicios, el rol que hemos representado las mujeres para toda sociedad ha sido el de cuidadoras, madres entregadas y esposas. La religión ha tenido mucho que ver en los diferentes paradigmas que enmarcan el deber ser de las mujeres dentro de las sociedades. Ejemplo de esto, el Modelo Mariano, que determinaba el comportamiento de las mujeres en la época del medioevo, equiparándonos con la virgen María; de esta manera los calificativos de castidad, devoción y abnegación debían ser propios de todas nosotras.
Entre las primeras valientes que se levantaron contra estas imposiciones, está María Martínez de Nisser, antioqueña proveniente de Sonsón, que registra como la primera mujer en participar como soldado en la Guerra de los Supremos (primera guerra de Colombia como país independiente), en 1841. También Betsabé Espinal, oriunda de Bello, será perpetuada en la historia del feminismo como la primera líder sindical en emprender las nacientes huelgas de obreras en Fabricato (fábrica de textiles de Bello), quienes buscaban unos salarios y puestos de trabajo más equitativos y unas condiciones laborales más dignificantes, pues se les obligaba a trabajar descalzas.
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Son muchos otros los nombres de mujeres que relucen en las hojas de nuestra historia, todas caracterizadas por dar grandes aportes a la academia, el arte, la política, entre muchos otros campos que representan ejes fundamentales en el progreso de la sociedad. Medellín con M de Mujer busca contarles cientos de esas historias, para que permanezcan frescas en nuestras memorias las luchas de todas aquellas que hoy nos han permitido alcanzar mayores niveles de igualdad y gozar de una mayor libertad, sin embargo, queda mucho por hacer.
LAS OLAS DEL FEMINISMO
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Abordando la situación de la mujer desde los momentos históricos más importantes se puede ver que en el Renacimiento la labor de la mujer era cuidar de la casa, de los hijos y tener sexo con su marido. No tenían derecho a votar, ni a estudiar y menos aún a tomar decisiones familiares o para ellas mismas. Luego aparece la Ilustración, específicamente en Francia, un movimiento intelectual que defiende la igualdad social entre las personas. De ahí surge la Revolución Francesa y con ella “La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano”, la cual fue aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente francesa el 26 de agosto de 1789. El problema de esa declaración es que hablaba exclusivamente de los derechos del hombre sin incluir a la mujer.
¿Cuándo se logró descubrir que los tratos a hombres y mujeres no eran equitativos?
Es ahí cuando comienzan las primeras muestras del feminismo como lo conocemos hoy, con dos mujeres que dan inicio a lo que se denomina la Primera Ola del Feminismo. Por un lado, Olympe de Gouges toma “La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano” y la replica escribiendo “La Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana”, reivindicando todos los derechos civiles y promoviendo la igualdad jurídica y social de las mujeres. Por otro lado, Mary Wollstonecraft escribe la “Vindicación de los derechos de la mujer”, considerado como el libro que funda el feminismo. Wollstonecraft explica que la diferencia entre los géneros no es algo natural sino algo cultural que se produce a través de la educación.
Ante estas primeras reivindicaciones feministas se responde con una dura represión. Olympe de Gouges es guillotinada y muchas mujeres encarceladas. En 1800 el Código Civil francés, que se extiende por toda Europa, exige a las mujeres actuar con obediencia a sus maridos y prohíbe también que se reúnan más de cinco mujeres en las calles, dejándolas sin derechos políticos ni civiles. Las cosas no pintan con mejor cara para la mujer. A pesar de las derrotas, la historia nunca volvió a ser igual para las mujeres porque llega la Segunda Ola del Feminismo: el Sufragismo.
El sufragismo
El movimiento sufragista surge en Estados Unidos e Inglaterra y se caracteriza por no ser solo un movimiento intelectual, sino también un movimiento de acción social. En primer lugar, en EE. UU las mujeres habían luchado por la independencia de su país y se habían unido en diversos grupos para abolir la esclavitud. En esta época, cuatro mujeres viajan a Londres al Congreso Antiesclavista pero no las dejan participar solo por el hecho de ser mujeres. Cuando regresan a América, dos de ellas: Lucretia Motte y Elizabeth Cady Staton comienzan en 1948 su lucha a favor de los derechos de las mujeres, dando inicio al Sufragismo Norteamericano. Motte y Cady Staton se reunieron en Seneca Falls frente a unas 300 personas donde expusieron “La Declaración de Sentimientos”, buscando recuperar todos los derechos civiles para las mujeres (como la educación y el voto).
Sin embargo, el sufragismo era en su mayoría un movimiento de mujeres burguesas blancas, que excluía otras realidades de las mujeres, por lo que empiezan a aparecer personajes como Sojouner Truth, una esclava negra que habla por primera vez de la doble exclusión: por negra y por mujer. Y Flora Tristan, una mujer socialista que habla de las mujeres obreras y explica también la doble represión que sufren por su clase y su género, siendo ella la precursora del feminismo socialista.
En la Tercera Ola del feminismo liberal, empieza la lucha en contra del dominio del hombre a nivel conceptual y los roles de género. En esta época también aparece Simone de Beauvoir con su libro “El Segundo Sexo”, donde estudia la condición de la mujer con su famosa frase: “no se nace mujer, se llega a serlo”; de ahí se empieza a hablar de ideología de género, pues este se empieza a ver como una construcción social.
¿Qué es el feminismo radical?
En los años 60 surge el feminismo radical que define al patriarcado como la raíz del problema y quiere acabar con él, pues es el sistema de dominación del hombre sobre la mujer que se produce en todos los ámbitos: político, social, económico, etc. Este feminismo se aparta de los derechos de igualdad para entrar en una búsqueda de abolición del machismo principalmente.
Finalmente, en el Siglo XXI se va adquiriendo una mayor conciencia en la sociedad general de la desigualdad de la mujer. Ya se ha logrado mucho, pero todavía hoy en día no se ha consolidado la igualdad entre hombres y mujeres. Las mujeres siguen cobrando menos por el mismo cargo laboral y los puestos relevantes en el mundo de la política, el ejército y la economía siguen siendo en su mayoría de los hombres. Aún queda mucho trabajo y mucha historia por contar.
Si quieres saber más de lo que lograron las mujeres en el siglo XX, ve a la página de LÍNEA DE TIEMPO o APRENDE DE MUJERES EN SU CUENTO.
REFERENCIAS
Miguel, A. D. (2000). Los feminismos a través de la historia. México: Seix Barral.
Scott, J. W. (1997). Feminismo e historia. Anuario de hojas de Warmi, (8), 109-122.
Gamba, S. (2008). Feminismo: historia y corrientes. Gamba, S. Diccionario de estudios de Género y Feminismos. Editorial Biblos, 1-8.
