El nuevo enemigo de los Kuna
Anlly Zuluaga
En el resguardo Caimán Nuevo (Urabá) habita una de las comunidades indígenas más antigua del país, los Kunas Tule. Durante siglos han sido blanco de amenazas de actores armados como las guerrillas, grupos paramilitares y algunos miembros de las FFAA. En la actualidad, la guerra es interna: la drogadicción y el narcotráfico han permeado su cultura.
Los intentos de la comunidad por aliviar los dolores y males de los jóvenes por medio de rituales medicinales comenzaron a mediados de 2018, Y en esto han participado chamanes panameño (Tule), y chocoanos (Tule): “Los espíritus que tenían adentro eran tan fuertes que fue imposible salvarlos”, dijo, Jorge Andrés Pelaéz, líder social, tratando de explicar la muerte de dos jóvenes en aquella ceremonia.
A comienzos de este año, la comunidad indígena Kuna de Necoclí comenzó el proceso de construcción de un Centro de Rehabilitación, donde se espera que puedan ser internados entre 40 y 50 jóvenes habitantes del resguardo, que han sido reconocidos como drogadictos por el pueblo como drogadictos. El Saila de la comunidad le otorgó al Gobierno en comodato por 10 años dos hectáreas de las cuatro que tiene adjudicado el colegio del resguardo. Es ese espacio serán ingresados alrededor de 100 personas; pues este centro es también para beneficio del resto de la región de Urabá.
Además de los problemas con los jóvenes adictos a las diferentes sustancias, la comunidad está sufriendo el ingreso de drogas al resguardo (cocaína y marihuana: “Dentro de la comunidad hay jíbaros que ingresan las drogas, drogas que posiblemente provienen del grupo conocido como `Clan del Golfo`. Tiene que ser de ellos porque, aquí en Urabá, el que quiera vender droga, tiene que comprársela al Clan, de lo contrario lo pueden matar”, dijo Sergio Monsalve, líder político de la región.
Durante el recorrido por el resguardo Caimán Nuevo se tuvo la oportunidad de hablar con Jorge Andrés Peláez, un líder social de la comunidad Kuna Tule. Él es profesor de bachillerato en la escuela que fue construida por el Ejército colombiano con recursos del Ministerio de Defensa. Este colegio -que ocupa 4 hectáreas- fue abandonado por la comunidad, ya que consideraba que atentaba contra su cultura. Hoy es usado por 33 niños que reciben clases de historia, cultura y medicina Tule.
¿Qué piensa sobre el Centro de Rehabilitación que está construyendo el Gobierno en compañía del pueblo Tule
Hay unos proyectos que no cumplen con los requisitos que la comunidad desea, es un Centro que va a estar en toda la carretera donde la comunidad transita día y noche. Esa es nuestra triste realidad: tener que convertir la escuela en un Centro de Rehabilitación. Aunque la comunidad es consciente que el caso de drogadicción es una realidad; la drogadicción es un problema que perjudica al plantel educativo y afecta la estabilidad psicológica de los jóvenes. Igual, sentimos que la sociedad en general no se ha tomado el tiempo de entendernos como cultura.
El resguardo Caimán Nuevo tiene una totalidad de 7.000 hectáreas. La comunidad se divide en tres partes, Caimán Nuevo Alto, Medio y Bajo. La parte Alta y Media se encuentran ubicadas en el municipio de Turbo, y Medio Bajo y Bajo en el municipio de Necoclí. Según la revista Semana, el 90% de la cocaína que se incauta en Estados Unidos proviene de Colombia y el 20% de esta se produce en el Urabá Antioqueño. Según Indepaz, Necoclí y Turbo son reconocidos como dos de los municipios antioqueños con alta presencia narco-paramilitar.
¿Cuáles son esas luchas o amenazas históricas que ha tenido que enfrentar el resguardo?
Las luchas del pueblo indígena en sentido general han sido por las tierras. En la cultura Kuna siempre hemos estado luchando por ella, por el territorio. Un grupo social sin tierra no es nada, por esto el pueblo Tule siempre ha luchado por conservar su territorio y sus recursos. Sabemos que el proceso de colonización que ha sufrido nuestro país ha hecho que las poblaciones indígenas perdieran sus territorios, las invasiones que han ocurrido durante tanto tiempo también han afectado nuestra cultura. Es por eso, que muchas de nuestras comunidades han desaparecido.
¿Cómo superó la comunidad Kuna Tule la masacre perpetrada en 2003 por el bloque paramilitar “Élmer Cárdenas” comandado por Freddy Rendón Herrera, alias “El Alemán”?
La comunidad no ha sufrido masacre como tal. Hubo un caso particular ocurrido como hace 5 ó 7 años, pero no lo considero una masacre; eso es una palabra muy grande. Muchas comunidades indígenas sí han sufrido de ese tipo de acciones, por eso nosotros como pueblo indígena nos sentimos amenazados de manera indirecta, y nos vamos a seguir sintiendo amenazados hasta que el Gobierno tome decisiones frente a cómo controlar estos grupos al margen de la ley.
Sin embargo, según el Plan de Salvaguarda Étnica, el pueblo Kuna Tule sufrió un golpe a manos de los paramilitares en donde fueron asesinadas autoridades de la etnia (guardia indígena), llevada a cabo entre el 19 y 22 de enero del 2003 por un grupo de paramilitares, bajo las órdenes de “El Alemán”. Según los reportes del portal Verdad Abierta, ese día asesinaron a los caciques Ernesto Ayala, Pascual Ayala y Enrique Martínez, a Gilberto Vásquez lo secuestraron para que los guiara hasta una de las comunidades vecinas. Algunas personas que presenciaron los actos avisaron al resguardo que los paramilitares llegarían a la zona y varios lograron escapar y se escondieron en una comunidad afro aledaña. Al no encontrar pueblo entero, los paramilitares asesinaron al cacique Vásquez, incendiaron las viviendas y mataron los animales. Todo esto ocurrió en el cerro de Takar Kuna, en los límites de Colombia y Panamá. Además, el bloque Élmer Cárdenas sembró minas anti-personas que, durante tres años, limitaron el paso de los habitantes de la comunidad hacia los cascos urbanos.