Emilsen Muñoz
El 31 de mayo de 2017 a las 2 de la mañana me llegó la SIJIN a la casa tumbando la puerta, me capturaron, me habían metido, sin yo saber, en un concierto para delinquir con homicidio, extorsión y más.
De ahí me sacaron el miércoles 1 de junio a la audiencia, volvimos a regresar a la SIJIN donde dormí en el piso. Después me sacaron el jueves a la otra audiencia, mi hermana me compró una colchonetica para estar mejor. Ese día me asignaron la cárcel de Pedregal.
Al otro día a las 5 de la mañana me hicieron bañar temprano porque llevaban pa Pedregal, llegamos y me reseñaron.
Entré el viernes por la mañana, como a las 7 de la noche nos dieron una piecita chiquita, una laudre que se llama así porque llevan las personas que son demasiado desordenadas y pelean y todo.
A mí no me fue tan mal ese día ahí porque íbamos 3 y en una piecita de esas íbamos a quedar 2, yo me metí donde estábamos las dos, pues para estar acompañadita. Fue una experiencia inolvidable, y esa persona que me acompañó ahí, pues tampoco la olvidaré, porque fue muy grata para mí, porque me hablaba mucho, me contaba muchas historias y me entretenía.
A partir de ahí me sacaron el 7 de junio, me llevaron a patio, allá no me fue mal porque era grande, tranquilo. Se veían muchas peleas, muchas cosas, pero bueno normal, era mejor estar en un patio que en esa piecita. Esos días yo no pude comer, a partir de ahí ya comencé a hacerlo.
La vida en patio
Son varias celdas, cada celda se conforma de 4 personas, dos camarotes y en cada uno hay una interna. Las compañeras con las que me tocó, no me puedo quejar de ellas, fueron buenas compañeras y hasta el sol de hoy todavía las recuerdo, todavía me hablan con cariño, todavía tengo buen concepto de ellas.
Allá se puede encontrar gente de buen corazón, gente amable, gente que en verdad se puede tratar, se pueden rescatar. Hay otras con las que realmente no hay nada que hacer, eso es caso perdido, hay gente que entra allá y que, en vez de mejorar, empeoran, otras que reflexionan y mejoran, por ejemplo, yo reflexioné mucho en muchas cosas, en muchos ámbitos.
A partir de eso, mal contado fueron 3 años, 8 meses 18 días allá.
Allá aprendí mucho de la vida, hice varios cursos. En lo que se puede decir, hice cosas que aquí afuera no he hecho, me superé. Si usted llega a una cárcel a destruirse, usted se va a destruir cada día más, porque el ambiente se da para que usted se vuelva peor, se vuelva más dañado de lo que puede ser ya, pero también se da que, si usted va a reflexionar, cambia muchas cosas de su vida.
Uno nunca se alcanza a imaginar qué es una cárcel, las cosas allá son como son, no se meta con nadie, viva su vida y ya. Claro que no falta la enamorada por ahí, y ya hay que tomar cartas en el asunto de una manera diferente, solucionar los problemas de una manera diferente.
Estar lejos de la familia
Mi familia, ni se diga, estaba destruida, yo creo que estaba más destruida mi familia que yo misma, hasta los que no estaban aquí en la ciudad, porque ellos nunca se esperaron algo de esa dimensión, pero siempre estuvieron ahí apoyándome moral y económicamente con lo que yo pudiera necesitar.
Bendigo todo lo que me apoyaron, y aquí estoy luchando por salir adelante, fue tiempo que perdí que nunca lo voy a recuperar porque dejé mis hijos pequeños, el mayor quedó ya bien y con 26 años, el menor lo dejé de 14 y lo encontré de 18, la niña la dejé de 8 y la encontré de 12, ya muy grandes, muy liberados, pero bueno, ahí están, han seguido mis consejos.
Gracias a Dios no se me descarrearon de los caminos que yo quería que ellos siguieran, mis hermanos siempre estuvieron ahí apoyándolos.
¿Esto se puede dejar atrás?
Yo misma digo que hay que dejar el pasado atrás y hay que olvidar, pero no, por mucho que intente olvidar, trate de dejar atrás, esas cosas siempre van a estar ahí mortificando, recordándole que pasó esto.
Yo hice un receso de perdón y olvido, voy con eso hacia adelante, he logrado perdonar interiormente muchas cosas que yo me negaba a perdonar, muchas cosas que yo me negaba a decir. Muchas veces la gente es tan cruel que me pudo hacer esto, pero bueno, así es la vida.
Algo más allá del tiempo…
La comida es mala en todo el sentido de la palabra, ¿usted cree que es justo que con el frío que hace allá, esperando el desayuno con ansiedad, con esa hambre, y le lleven una arepa que la sacan del congelador con escarcha y una salchichita fría, un vasito de avena fría y, si mucho, una naranjita o un banano como fruta y ya, pare de contar, allá no le van a dar cosas ricas ni nada.
Cómaselo y mire a ver qué hace mientras llega el almuerzo, a veces llega tarde o no llega, carne negra, morada, de todo, le decíamos la carne de burro, porque tenía mucho ñerbo.
