Juan Carlos Restrepo (Estados Unidos, Boston Massachusetts) 46 años de edad – sucesos del 2001

Hace 18 años, llegué a Estados Unidos un 14 de Julio donde unos muy buenos amigos: Josep y Franco dos hermanos italianos me querían hacer una reunión de bienvenida al llegar a Boston, yo me quedaba en un pueblo cerquita que se llama Lowell, en el cual se quedan muchos Colombianos.Pero por esa época la policía estaba poniendo mucho problema por la cerveza, entonces mis amigos decidieron hacer la fiesta de bienvenida en un lago en el que se podía pescar.

Cuando nos dirigimos hacia el lago yo me fui en el carro de Franco mientras que Josep iba en su carro con otros amigos. Llegamos al lugar y empezamos a tomar, todos estaban muy enfiestados, pero como era un lugar en medio de la naturaleza había muchos mosquitos y me tienen desesperado, así que decidí montarme en uno de los carros y el único que estaba abierto era el de Josep, me subí y me quede dormido.

A las 5 de la mañana, cuando se acabó la rumba todos se subieron a los carros para dirigirnos hacia Massachusetts; como yo estaba en el carro de Josep muy dormido, Franco decidió dejarme ahí para no despertarme. La situación fue que Joseph se quedó dormido del cansancio y la borrachera en plena interestatal, lo que hizo que apretara el acelerador a fondo mientras se desplazaba por todos los carriles entre todos los carros que le pitaban enfurecidos para que se despertara, pero Josep estaba profundo. El carro se fue saliendo de la carretera hasta chocar con un poste que quedaba cerca de un puente.

Yo salí disparado por el parabrisas, como estaba dormido no llevaba el cinturón de seguridad y el airbag no funcionó. Josep sólo presentó unas heridas en su cara. Mientras yo debatía entre la vida y la muerte, llegó la policía al lugar de los hechos. Estaba tan grave que ni siquiera mandaron un ambulancia para que me transportaran hacia el hospital, sino que les tocó enviar un helicóptero para poder llegar rápidamente. Ya en el hospital me dieron muerte clínica, pero un doctor de Camboya quien fue un ángel en mi vida, vio un movimiento en mi vientre y dijo que aún mi cuerpo estaba segregando sangre y el empezó a luchar por mi vida, dándome reanimación hasta que mi corazón volvió a funcionar.

Pasé 28 días en coma, y al despertar mi fémur había sido reemplazado por una platina de titanio, me pusieron un rótula mecánica, todo el lado izquierdo de mi cuerpo estaba afectado y perdí totalmente una de las cejas por una cortada de 30 cm que subía por la frente hasta la cabeza. Estuve tres meses y medio en el hospital de Boston y cuando por fin me dieron de alta, salí en silla de ruedas, luego pase a muletas con las cuales me caí en mi apartamento, entonces decidí practicar yo mismo para poder volver a caminar independientemente. Fue un momento muy duro de mi vida y todo por subirme en el carro de una persona que manejaba bajo los efectos del alcohol y por estar dormido no acate las normas de seguridad.’’

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